El Enlace
Entre tantas multitudes
de estas y otras latitudes,
entre tantos rostros sin forma
encontró finalmente su horma:
un pez resbaladizo,
talentoso y lleno de juicios.
Perfecto como en un cuadro:
ella no tenía cerebro y él apenas era un vertebrado
de estas y otras latitudes,
entre tantos rostros sin forma
encontró finalmente su horma:
un pez resbaladizo,
talentoso y lleno de juicios.
Perfecto como en un cuadro:
ella no tenía cerebro y él apenas era un vertebrado

Y su unión consumaron
en una mansión francesa;
con buquets de flores, frutos y fresas.
Bebieron champagne hasta tarde,
hasta que ella dijo "basta, me arde!"
En la fiesta ella no comía,
y él se atiborraba de mentiras frías.
Llegó la mañana siguiente,
él debió volar urgentemente.
Ella disparó para otro lado,
de todo lo que comió, ni la mitad había vomitado!
en una mansión francesa;
con buquets de flores, frutos y fresas.
Bebieron champagne hasta tarde,
hasta que ella dijo "basta, me arde!"
En la fiesta ella no comía,
y él se atiborraba de mentiras frías.
Llegó la mañana siguiente,
él debió volar urgentemente.
Ella disparó para otro lado,
de todo lo que comió, ni la mitad había vomitado!
que bostero, eh! falta que le pongas un patin en la punta para que no se le raspe con la vereda.
ResponderEliminarpd....cuanta nostalgia al recordar varios "basta, me arde"
si, don Cosme Fulanito, todos recordamos con un lagrimón esos memorables "basta me arde!".
ResponderEliminarY en cuanto al patín, no se lo puse porque no me gusta exagerar... le pareció a usted demasiado?
jaja los dibujos... sin palabras
ResponderEliminarInsisto, tenés que armar el librito de Jirafita... Aunque no apto para menores.
ResponderEliminarEso de "basta, me arde"... Interesantes recuerdos me trae.
Besos