jueves, 2 de abril de 2009

Metamorfosis.

Hoy quise abrir la ventana, que da al este, bien tempranito. Quería ver cómo el sol entraba, perezoso, por la ventana de mi cuarto e inundaba la habitación con luz dorada de amanecer. Pero de repente recordé que había llovido desde el atardecer, y, encima, vi que aún era de noche. ¿Qué luz dorada ni que ocho cuartos? 

Rezongando, me levanté de la cama. La languidez habitual no llegó hasta después de haber llegado a la cocina a poner la pava; y se quedó toda la mañana. Me sentí sola, nauseabunda, hinchada, expuesta, y obvia. La gata ni se mosqueó cuando la llamé a comer: ni la gata me hacía caso. Mi compañero de ruta seguía roncando, lo escuchaba desde cualquier punto de la casa. No es que mi casa sea grande, pero su ronquido insensible es francamente legendario. 

Y yo seguía con mi mal humor y mi náuseas, matutinos ambos, en la cocina.

Las metamorfosis son tan comunes: el compañero fiel que le escucha a una es el que quiebra la barrera de sonido al escapar; la mascota leal que le recibe sin juzgar es la fiera hambrienta que desaparece casi tan rápido como el compañero fiel; la luz dorada del sol que dibuja la danza de motitas de polvo en los haces de las rendijas es la mortecina vibración del tubo catódico con mal funcionamiento... Y el malvoncito del jardín se me está secando inevitablemente bajo la lluvia. Qué desastre.

Yo quería simplemente abrir mi ventana al sol de la mañana, y me llevé un buen chasco. Llovía, y todo era una porquería pegajosa; todo sucio, húmedo y triste; ¡y gris! 

Maldito otoño cuando tardas en venir,  las hojas no se ponen ni doradas que se pudren en el agua de los charcos. 
 

5 comentarios:

  1. Un lindo momento de desazón. A veces la vida se pone sepia y nos damos cuenta de todo lo que necesitamos, como un feo día de lluvia, que en otro momento es un hermoso día de lluvia.

    Muy lindo post.

    Yo Vivo en Lomas de Zamora, así que compartimos el de deshaucio en materia de seguridad.

    Sobre llegar a los 30... Para mí la mujer empieza a tener buen sabor a esa edad, no te preocupes, es un pasito en el calendario que sirve para reafirmar tu femineidad.

    ¿Las nauseas matutinas son frecuentes?

    Besos

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  2. Llegó tu otoño al final... llegó.

    Veo que la jirafita sigue su curso meteórico a la fama. Y lo que me contaste sobre la herejía con Klimt... una locura.

    Saluditos Jira! Disfrutá el fresco!

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  3. Hola, amiga.

    A veces la vida es una desgracia, pero si te comés un chocolatín o algo dulce se te pasa el malhumor y te volvés a la cama a hacer fiaca.

    Un beso.

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  4. Patricio: si, pero que sea un Jack que no me venga con el perrito salchicha con ruedas, que de mi infancia me quedan 5!!!

    Don Cosme Fulanito: si bien en este momento de mi vida estoy grávida, debo informarle que las nauseas matutinas son comunes en mí desde los 15 años, y hasta la primer medialuna de grasa de la mañana. SAludos!

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