jueves, 9 de abril de 2009

Mensajero



¿Qué propósito habría tenido este pequeño ilustre para entrar a casa? ¿Traía acaso un mensaje milenario, un resabio de inmortalidad? ¿Habría dejado al sol en su camino por mi casa?

¿Existen las coincidencias? No lo sé, pero ahora que releí el post citado anteriormente, del 5 de febrero, sobre el escarabajo mensajero en casa, me doy cuenta de que tal vez si*. Me pregunté entonces qué mensaje me traía, porque su presencia era realmente extraña, y ahora me parece, que vino a contarme que voy a ser madre.

¡Hay magia en las pequeñas cosas de la vida! Lástima que el mensajero murió llevando a cabo su deber (¡y no me atrevo a reflexionar sobre ello!)
*En la entrada original me equivoqué y puse "no"... pero evidentemente iba un sí!

4 comentarios:

  1. yo quiero creer que si, que realmente las coincidencias existen, y que por sobre todo, no hay nada demasiado escrito!
    pero... uno nunca sabe. Siempre existe algo que te desmitifica lo que crees.
    O al menos, eso me pasa casi siempre!

    saludos!

    ResponderEliminar
  2. Eran sagrados para los egipcios, no?

    A mi siempre me cayeron simpáticos. Pero la verdad, es que siempre viví en lo urbano y nunca me jodieron mucho la existencia.

    Saluditos Jirafita.

    ResponderEliminar
  3. sagrados o no... siempre claudicaron bajo el portentoso talle 41 de mi zapato.

    ResponderEliminar
  4. ahhhhhhhhh me aterrorizan lso escarabajos. Cuando vuelan como cheborras y se te estampan contra la cara!!!!
    ARGH!

    ResponderEliminar

Jirafitas visitantes, ¡dejen sus susurros!