domingo, 9 de octubre de 2011

octubre

Dos autitos en la mochila del inodoro.
Una puteada.
Heces en la bañadera.
Tres gritos pelados.
Manchas en las sábanas.
La culpa inmunda de no amarlo.
Un abrazo y un beso pegote.
La felicidad absoluta de adorarlo infinitamente.
Dedos de gelatina en el monitor, el vestido nuevo, los zapatos...
Complejo de patito feo y amante ausente.

Reuniones de jardín rodeada de potus.
Alaridos.
Olor a pis.
Alaridos.
Ropa eternamente manchada.
Marido alzado.
Alaridos (nocturnos).
Ronquidos.

Dos autitos,
la crema Goycoechea
y el control remoto en la mochila del inodoro.
Ojeras y raíces crecidas.
Lapiceras de colores derretidas en el horno.
Armar el bolso el sábado a la mañana.
Desarmarlo el domingo por la tarde.

Tres turnos con tres médicos.
Polisomnografía, estimulación temprana y ritalin.
Una entrevista psiquiátrica.
Dos dientes partidos.
Heces en la bañadera.
Un sacudón y a la cama.
Un marido que duerme...

Una madre...

desencontrada.


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