Y me queda ese sabor amargo de que si estás por el mundo es que yo te puse ahí, destrozarme en mil pedazos cuando pudiste te llevó adónde estás, de alguna manera. En fin, yo me la busqué, vi tus fotos yo, no me obligaste vos.
No te merecés París, ni Alemania, ni nada.
Mala amiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Jirafitas visitantes, ¡dejen sus susurros!