viernes, 20 de abril de 2012

belleza


La belleza duele, duele bajo la piel y tras los ojos cuando abre las alas y empuja, empuja, empuja… el pecho queda pequeño, y se oyen goznes que crujen y costillas que rechinan, los ojos se estiran se estiran, y se dilatan, el cráneo tiembla con los dientes apretados, y da ganas de ponerse a llorar.

Pero uno no llora porque entonces no puede ver nada ni oír nada, y se aguanta el embate de lo bello porque uno quiere seguir mirando, quiere seguir sufriendo.

El cuerpo es cáscara, la belleza es el universo, y cuando ya no aguanta vivir apretada, estalla, y la verdad se derrama entre los restos de lo que uno fue alguna vez, los ojos anegados para siempre de pura belleza…





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